Ni que decir tiene que de la Edad Media nos gusta todo, pero el ver como eran los caballeros y lo que hacían nos tiene entusiasmados. Nos gustan sus batallas, sus armaduras, sus espadas, sus caballos, sus torneos,... así que ante la pregunta:
¿Quién quiere entrenar para llegar a ser caballero?
Pues las respuesta ha sido casi unánime que si, pero es de entender que en clase tenemos algunas chicas a las que lo de ser princesas les "tira" más
El caso es que hemos empezado primero entrenando nuestra musculatura, puesto que las armaduras eran pesadas y no eran fáciles de llevar.
Este ejercicio nos ha costado bastante y, aunque hemos disfrutado como verdaderos caballeros, los resultados no han sido del todo lo satisfactorios que hubiéramos de esperar y es que los comienzos siempre son duros.
Después, hemos empezado a trabajar nuestro equilibrio encima de un caballo, pues es bien sabido que la destreza de los caballeros en este aspecto era máxima; pues deben de sostener lanza y espadas, soportando los ataques de sus enemigos o contrincantes.
Para empezar, hemos entrenado con "pequeños ponys" y, debo decirnos que no se nos ha dado nada mal. Además, hemos disfrutado como nunca.
Pero luego, hemos dado un paso más y hemos intentado montar a verdaderos "caballos".
Pero a estos caballos le pasaba algo inaudito....
¡¡¡Les daba la risa y perdían las fuerzas‼!
Cuando ya los caballos estaban en sus cuadras, hemos decidido hacer un circuito de equilibrios, escaleras de braquiación y desplazamiento en altura que nos ayudase a tener la fuerza y agilidad suficientes para entrar en batallas y ganar todos los torneos
Al final, hemos acabado tan agotados que hemos disfrutado de una pequeña relajación que nos permitiese recuperar el aliento.
Y claro, después de todo este "entrenamiento", la pregunta era...
"¿Quién quiere abandonar y dejar de intentar ser un caballero?"
¡¡¡Nadie!!! (bueno las "princesas", si)
¡¡¡MAÑANA NOS VEMOS CABALLEROS Y PRINCESAS!!!
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